Cómic que a pesar de toda su buena intención tiene todos los elementos para ser ofensivo para prácticamente cualquier occidental.
Hansi: La chica que amaba la esvástica es un cómic basado en la historia real de Maria Anne Hirschmann, una cristiana renacida.

Pero que no os engañe la portada, no pretende ser una defensa del III Reich, sino todo lo contrario.
"Hansi" se trata de un "divertido" pastiche que narra la conversión de una joven checoslovoca en una nazi antes de volver al redil de "Jesús".
No en vano, esta historia fue editada como cómic cristiano con un fin evangélico y educativo.

Pero ya os avisamos, si la portada os parece entre delirante y dura, eso es porque aún no habéis leído ni las primeras páginas.
Referirse a ella como durita es decir poco.

Al calor de la blacksploitation de los años 70 surge también esta historia de la colección protagonizada por Lois Lane durante la edad de plata de los cómics.
Aunque entendemos, a día de hoy, que la idea del cómic era la de normalizar los ghettos de afroamericanos en EEUU, no podemos sino admitir que
el planteamiento de este cómic puede parecer un poco racista actualmente.

La trama de esta historia, titulada "I am curious (black)" (Soy curiosa -negra-), nos plantea un reportaje que Lois trata de llevar a cabo en Little Africa,
la comunidad negra de Metrópolis. Para pasar por una de sus habitantes, la periodista usa una máquina de Superman para cambiar de raza temporalmente.

Como decimos, en su día esta portada no fue una de tantas, con una intención bastante inocente, pero hoy entre los círculos se considera esta portada
un ejemplo más del racismo en la industria del cómic.